Un corrector profesional es la persona indicada para eliminar los errores ortotipográficos, las redundancias, las faltas de concordancia y el resto de vicios que se cometen cuando abordamos la creación de una novela, ensayo o texto a publicar.
Atendiendo a las características de cada género, el correcto sabe qué registros debe cubrir para dotar de ritmo, cohesión y estilo al texto en cuestión. Por ejemplo, en una novela policíaca los diálogos deben ser especialmente cuidados. Una novela histórica, en cambio, debe proveer de una ambientación y de unos personajes bien trabajados.
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